Abonados a los focos
El Borussia Dortmund siempre ha molado y mola más ahora si cabe con Paco Alcácer en sus filas
El Dortmund es el equipo de moda, en gran parte por su fichaje estrella, Paco Alcácer.
El valenciano es un claro ejemplo de que la psicología es clave en esto del fútbol. Ya lo comentaba con José Pedrosa Galán cuando se puso el brazalete de la K de Kapitain. Charlamos sobre sus experiencias en el extranjero y como no, de lo mental en el balompié. Él, acertado en toda ocasión, mencionó a Paquito en clave Dortmund. No es normal que un jugador que ha estado en el más profundo ostracismo, cambie tanto en tan poco tiempo.
Titulares en las portadas
Y es que, a día de hoy se podría decir que a Alcácer las portadas le llueven (como dice la canción) al igual que a su equipo.
Tanto el nueve como el conjunto están de dulce. La aportación es recíproca. Dar para recibir: el Borussia ha dado cobijo al que era un huérfano de minutos. Le ha dado una familia, ha puesto en liza su valor, su mayor valor: el gol.
El valenciano es un claro ejemplo de que la psicología es clave en esto del fútbol. Ya lo comentaba con José Pedrosa Galán cuando se puso el brazalete de la K de Kapitain. Charlamos sobre sus experiencias en el extranjero y como no, de lo mental en el balompié. Él, acertado en toda ocasión, mencionó a Paquito en clave Dortmund. No es normal que un jugador que ha estado en el más profundo ostracismo, cambie tanto en tan poco tiempo.
Titulares en las portadas
Y es que, a día de hoy se podría decir que a Alcácer las portadas le llueven (como dice la canción) al igual que a su equipo.
Tanto el nueve como el conjunto están de dulce. La aportación es recíproca. Dar para recibir: el Borussia ha dado cobijo al que era un huérfano de minutos. Le ha dado una familia, ha puesto en liza su valor, su mayor valor: el gol.
Ese amor recibido ha hecho que éste explote. ¡Y joder si lo ha hecho! Con decirte que ha marcado la friolera de 7 tantos en tan solo 4 choques, te lo digo todo. No soy mucho de tirar de datos, pero es que estos números hablan por si solos. Junto al Sancho sin panza, al también recuperado Mario Götze y el siempre fiel, Marco Reus; el Dortmund da miedito, mucho miedito. No me gustaría ponerme en la piel de Filipe Luis o el propio Diego Godín, que tuvieron que enfrentarse a él en la fría y calentita a partes iguales, noche de Champions.
Pues bien, lo que venía a contaros es lo siguiente: al Dortmund le va el mambo. No la fiesta -como a todo universitario- ni el equipo este de youtubers que montaron Álvaro Arbeloa, Papi Gavi, Juan Arroita y compañía, sino que se gustan y gustan. En el MD, en Tiempo de Juego, en GOL, en el comedor del Colegio Mayor de Deusto, en las oficinas de la torre Iberdrola... en todas partes se habla de los hombres de Lucien Favre.
A mi juicio, todo esto viene de antes. Aquel Dortmund que arrasaba en liga y Champions me ha producido el famoso déjà vu ese en el actual Borussia.
Es un equipo que cae simpático, un equipo del que todo crío futbolero tiene su camiseta -excepto yo- y al que siempre se le desea lo mejor. ¿O acaso tú, nuevo y bienvenido lector, no apoyaste a los amarillos en aquella final de Champions ante el Bayern? Ah, más te vale...
Pues eso, que el Dortmund ha molado, mola y molará. Hay equipos que tienen ese algo, ese flow -como dirían Arkano, Chuty o el ganador de la nacional, Bnet- o simplemente ese estilo de juego que tanto engancha. Quieras o no, el Borussia Dortmund está abonado a los focos.