Adiós, Presidente
Vichai Srivaddhanaprabha perdió la vida el pasado 27 de octubre en el terrible accidente de helicóptero sucedido tras el partido de “su” Leicester. Se apaga así la llama del hombre que estuvo detrás de uno de los mayores milagros en la historia del fútbol: la Premier del Leicester City.
Vichai Srivaddhanaprabha nos ha dejado. Un fatídico accidente de helicóptero al salir del King Power Stadium se llevó por delante su vida y la de las cuatro personas que viajaban con él. Quizás su complicado nombre te diga más bien poco si no sigues el fútbol inglés, pero este hombre hizo soñar a toda una ciudad, llevando al Leicester a ganar una Premier League histórica. Nunca se llevó una portada, ya que él era quién estaba detrás de los focos, dejando brillar a quiénes le habían llevado hasta allí.
Pese a ello, cuando adquirió el club de las East Midlands allá por principios de 2011, esa Premier que él soñaba con tener algún día en sus vitrinas aún estaba muy lejos. El Leicester City se encontraba en la Championship, rondando siempre los puestos de playoff que dan acceso al último escalón del fútbol inglés. Para conseguir ese objetivo que únicamente rondaba en su cabeza, Srivaddhanaprabha confió en Nigel Pearson, el hombre que desde los banquillos consiguió el ascenso de los Foxes de la League One a la segunda división inglesa. Esa apuesta se vio recompensada con una mejora escalonada del rendimiento del equipo, consiguiendo aumentar año tras año su marca en la Championship.
Esa mejoría se vio culminada en su temporada 2013/2014, campaña en la que los Foxes batieron todos los récords, consiguiendo el ansiado ascenso a la Premier League. La Premier esperaba al club de East Midlands, y aunque su inicio fue desastroso, el Leicester empezó a demostrar esa épica que le llevaría a la gloria un año más tarde. Tras aparecer en todas las quinielas como candidato al descenso con la temporada ya bien entrada, los de Pearson engancharon una sensacional racha de partidos que les permitió salvarse de volver al infierno de la Championship.
Pese a ello, cuando adquirió el club de las East Midlands allá por principios de 2011, esa Premier que él soñaba con tener algún día en sus vitrinas aún estaba muy lejos. El Leicester City se encontraba en la Championship, rondando siempre los puestos de playoff que dan acceso al último escalón del fútbol inglés. Para conseguir ese objetivo que únicamente rondaba en su cabeza, Srivaddhanaprabha confió en Nigel Pearson, el hombre que desde los banquillos consiguió el ascenso de los Foxes de la League One a la segunda división inglesa. Esa apuesta se vio recompensada con una mejora escalonada del rendimiento del equipo, consiguiendo aumentar año tras año su marca en la Championship.
Esa mejoría se vio culminada en su temporada 2013/2014, campaña en la que los Foxes batieron todos los récords, consiguiendo el ansiado ascenso a la Premier League. La Premier esperaba al club de East Midlands, y aunque su inicio fue desastroso, el Leicester empezó a demostrar esa épica que le llevaría a la gloria un año más tarde. Tras aparecer en todas las quinielas como candidato al descenso con la temporada ya bien entrada, los de Pearson engancharon una sensacional racha de partidos que les permitió salvarse de volver al infierno de la Championship.
Srivaddhanaprabha, orgulloso de los suyos, se los llevo de gira a Tailandia, su país, para celebrar esa épica permanencia. Entonces, allí el proyecto dio un vuelco: tres jugadores se vieron envueltos en un escándalo sexual, viéndose automáticamente despedidos. Este incidente se llevó también por delante a Pearson, ya que uno de los expulsados era su hijo. Pese a que en aquel momento todo pintaba mal, ese despido dejó libre una vacante que ocuparía el hombre idóneo, encendiendo una chispa de esperanza entre tanta oscuridad: Claudio Ranieri llegó a Leicester para la temporada 2015/2016. El resto es historia...
Tras una temporada en la que todo aficionado al fútbol se dejó llevar por ese grupo de segundones y rechazados, Srivaddhanaprabha tocó el cielo. Mientras él navegaba hacía el objetivo que tuvo desde que llegó al club, toda una ciudad se atrevió a soñar despierta. La Premier League era suya, pero lejos de llevarse las portadas, dejó con su habitual discreción que los Kanté, Vardy y compañía se llevasen toda la atención que se habían ganado en el campo.
No solo escribió el capítulo más importante de la historia de los Foxes, ya que también se ganó el cariño de toda una ciudad gracias a su generosidad. No era inusual ver al presidente invitando a una pinta a todos los aficionados que acudiesen al estadio o regalando donuts por su cumpleaños. Además, sus excentricidades, que no eran demasiadas, casaron bien con el club, siendo habitual ritos budistas en los vestuarios antes de los partidos.
Ahora, con el dolor que ha ocasionado su pérdida a todo aficionado del fútbol inglés, solo nos queda homenajear a un hombre del que solo salen buenas palabras. No hay nada más que ver todos los mensajes de sus jugadores y allegados al confirmarse su muerte, mostrando un poco más de ese hombre reservado que siempre a estuvo a disposición de los suyos. Su legado es eterno, ya que además de una Premier, nos permitió soñar despiertos. Eternamente agradecidos, presidente.
Tras una temporada en la que todo aficionado al fútbol se dejó llevar por ese grupo de segundones y rechazados, Srivaddhanaprabha tocó el cielo. Mientras él navegaba hacía el objetivo que tuvo desde que llegó al club, toda una ciudad se atrevió a soñar despierta. La Premier League era suya, pero lejos de llevarse las portadas, dejó con su habitual discreción que los Kanté, Vardy y compañía se llevasen toda la atención que se habían ganado en el campo.
No solo escribió el capítulo más importante de la historia de los Foxes, ya que también se ganó el cariño de toda una ciudad gracias a su generosidad. No era inusual ver al presidente invitando a una pinta a todos los aficionados que acudiesen al estadio o regalando donuts por su cumpleaños. Además, sus excentricidades, que no eran demasiadas, casaron bien con el club, siendo habitual ritos budistas en los vestuarios antes de los partidos.
Ahora, con el dolor que ha ocasionado su pérdida a todo aficionado del fútbol inglés, solo nos queda homenajear a un hombre del que solo salen buenas palabras. No hay nada más que ver todos los mensajes de sus jugadores y allegados al confirmarse su muerte, mostrando un poco más de ese hombre reservado que siempre a estuvo a disposición de los suyos. Su legado es eterno, ya que además de una Premier, nos permitió soñar despiertos. Eternamente agradecidos, presidente.