Camarero, ¡Una de Oriental!
¿Una de Oriental? Marchando. Igual que, cada vez más, copamos Instagram con postureo de fotos comiendo Sushi, los equipos de todo el mundo refuerzan sus plantillas con caprichitos exóticos que, aunque no acaben dando buen rendimiento en el terreno de juego, resultan fructíferos gracias a los nuevos mercados y oportunidades que abren con su llegada.
El último de estos extravagantes refuerzos ha sido Wu Lei, nombre desconocido para el gran público, pero con grandes números en la liga china. El Espanyol -propenso a intentar este tipo de fichajes, como veremos más adelante- se ha hecho así con el segundo jugador chino de la Liga Santander. Al pionero, Zhang Chengdong, no le fue tan bien por Vallecas. Llegó como parte de una estrategia comercial de los patrocinadores principales del equipo -chinos, por supuesto- y el propio Paco Jémez declaró literalmente que le había “sentado como un tiro”. Zhang jugó ocho minutos con la elástica rayista, lo suficiente para que todos estuvieran contentos y se marchase por donde había venido.
Si hay un país oriental exportador de talento a Europa es Japón. El “País del millón naciente” cuenta en la actualidad con dos soldados futbolísticos en la Liga Santander: Takashi Inui y Gaku Shibasaki. Tanto Getafe como Eibar, Betis y Alavés se han beneficiado de la oportunidad de tener entre sus filas a dos talentosos nipones, pero no todos los japoneses han corrido la misma suerte en España.
Si hay un país oriental exportador de talento a Europa es Japón. El “País del millón naciente” cuenta en la actualidad con dos soldados futbolísticos en la Liga Santander: Takashi Inui y Gaku Shibasaki. Tanto Getafe como Eibar, Betis y Alavés se han beneficiado de la oportunidad de tener entre sus filas a dos talentosos nipones, pero no todos los japoneses han corrido la misma suerte en España.
Volviendo al origen. Oliver y Benji caló fuerte en la península en 1990. Diez años después, el Espanyol apostó por Akinori Nishizawa de la misma manera que ha hecho con Wu Lei en la actualidad. El nipón se marchó del conjunto perico sin anotar ni un solo gol. Lo mismo le pasó a su compatriota Shunsuke Nakamura -mítico en el Celtic de Glasgow- unos años después. Cinco meses en Cataluña y la cuenta goleadora a cero lo devolvieron a su liga de origen.
Pero no solo los españoles queremos probar Sushi o Arroz Tres Delicias de vez en cuando, también a los chinos les apetece probar una buena paella, una tortilla de patata, un gazpachito andaluz o un mojo picón canario… Con el auge de la SuperLiga china y de la liga japonesa se han invertido las tornas y futbolistas de primer nivel de todo el mundo se marchan al continente asiático. Jonathan Viera, Rubén Castro o Jonathan Soriano han sido algunos de los españoles que han probado suerte en China. En Japón, leyendas como Andrés Iniesta, Fernando Torres o David Villa reparten clase de fútbol jornada tas jornada.
Un capricho exótico de vez en cuando no viene mal, a nosotros una bandeja de Sushi nos sale por unos diez euros mientras que a Wu Lei lo vieron 40 millones de chinos en su debut. Que no nos extrañe si empiezan a vender rollitos de primavera por Cornellá, aunque igual ponen también jamón, que el 5 de Febrero ha empezado el año del cerdo en China.