Hemos venido a jugar
Hace ya tiempo... desde comienzos de septiembre diría yo, que adopté una frase como estilo de vida. Venga, sí. Podéis bufaros de mí. Esto de "estilo de vida" es algo muy cursi, lo sé; pero también es muy eficaz, mucho más de lo que podría llegar a pensar.
Pues bien, si por algo destacan estas frases es por repetirse. Una y otra vez. La misma tónica se repite hasta automatizarse: hasta llegar a ser algo habitual. En mi día a día me la repito y eso me transmite ganas y confianza. Confianza con la que afrontar los retos que la rutina -no siempre tan rutinaria- te va poniendo por el camino. Y sí, puede que todo esto suene a topicazo de libro, pero os aseguro que no es así.
"Hemos venido a jugar" a este mundo, como ha venido a jugar el Ajax a esta Champions. Con atrevimiento, con valentía, con verticalidad y sobre todo, con mucha pero que mucha sinceridad; los chicos de Erik ten Hag han venido a divertirse. Como cualquier persona de a pie, los de Amsterdam tienen una meta, un reto en mente; pero no lo quieren cumplir de cualquier manera. Ni esto es la guerra, ni esto es amor. Aquí no todo vale. El Ajax va por la Champions. A por ella va: sin prisa, sin miedo y lo que es más importante, sin presión. Pero eso sí, jugando su fútbol la quiere levantar.
Y es que, se ha escrito mucho. Mucho. Este Ajax ha dado de hablar. Y todos, o casi todos los escritos coinciden. Coinciden en la idea de cómo juegan como ñiños, de cómo se divierten a la antigua: de cómo ganan jugando y de cómo juegan ganando -puede que esto último no tenga demasiado sentido, pero cómo queda, eh-.
Los De Ligt, Tadic, De Jong... son los nombres propios de este grupo de muchachos, de esta cuadrilla de jóvenes que solo quiere pasárselo bien... Bueno, matizo: que quiere campeonar pasándoselo bien. Que aquí, ambiciosos, somos todos.
Pues bien, si por algo destacan estas frases es por repetirse. Una y otra vez. La misma tónica se repite hasta automatizarse: hasta llegar a ser algo habitual. En mi día a día me la repito y eso me transmite ganas y confianza. Confianza con la que afrontar los retos que la rutina -no siempre tan rutinaria- te va poniendo por el camino. Y sí, puede que todo esto suene a topicazo de libro, pero os aseguro que no es así.
"Hemos venido a jugar" a este mundo, como ha venido a jugar el Ajax a esta Champions. Con atrevimiento, con valentía, con verticalidad y sobre todo, con mucha pero que mucha sinceridad; los chicos de Erik ten Hag han venido a divertirse. Como cualquier persona de a pie, los de Amsterdam tienen una meta, un reto en mente; pero no lo quieren cumplir de cualquier manera. Ni esto es la guerra, ni esto es amor. Aquí no todo vale. El Ajax va por la Champions. A por ella va: sin prisa, sin miedo y lo que es más importante, sin presión. Pero eso sí, jugando su fútbol la quiere levantar.
Y es que, se ha escrito mucho. Mucho. Este Ajax ha dado de hablar. Y todos, o casi todos los escritos coinciden. Coinciden en la idea de cómo juegan como ñiños, de cómo se divierten a la antigua: de cómo ganan jugando y de cómo juegan ganando -puede que esto último no tenga demasiado sentido, pero cómo queda, eh-.
Los De Ligt, Tadic, De Jong... son los nombres propios de este grupo de muchachos, de esta cuadrilla de jóvenes que solo quiere pasárselo bien... Bueno, matizo: que quiere campeonar pasándoselo bien. Que aquí, ambiciosos, somos todos.