Noble como el Parma
Es imposible hablar de fútbol italiano sin que se te pase por la cabeza el Parma. El club de la Emilia Romaña fue uno de los más grandes del Calcio durante la década de los 90. Treinta años y una resurrección después, han vuelto a la máxima categoría del fútbol italiano, y no les va nada mal
Dos copas de la UEFA, una Recopa de Europa, una Supercopa de Europa, una Copa de Italia y un subcampeonato liguero -a dos puntos de la Juventus-, durante la década de los 90, llevaron al Parma a convertirse en uno de los clubes más emblemáticos de todo el panorama futbolístico transalpino. Un emblema que se fue deteriorando con el paso de los años hasta que en 2015, muy a la italiana, ocurrió la tragedia. Quiebra absoluta y descenso a los infiernos de la Serie D (cuarta división del país).
Para que un club se erija como foco de atención mundial e insignia de la historia futbolística de un país necesita protagonistas a la altura de su leyenda. El éxito del Parma no habría sido posible sin las cinco temporadas que pasó un prometedor Gianluigi Buffon en sus filas, ni sin el buen hacer defensivo de un tal Fabio Cannavaro. Os suenan, ¿Verdad? Pues no son los únicos. Lilian Thuram, “La Brujita” Verón, Hernán Crespo y sus 80 goles, Antonio Benarrivo y sus 258 partidos, Faustino Asprilla y su mítico gol que cortó la imbatibilidad del todopoderoso Milan… Todos ellos entrenados por otra leyenda, Carlo Ancelotti.
La lista no acaba aquí, pues quedan por nombrar futbolistas como Dino Baggio o Enrico Chiesa (padre de Federico) dentro de las leyendas del club. Otros futbolistas míticos que triunfaron en otros equipos, pero vistieron la maglia crociata fueron el “Pippo” Inzaghi, Stoichkov o Gianfranco Zola. Tras la época dorada parmesana, muchos futbolistas de renombre siguieron perteneciendo a sus filas, pero el club ya no los mantendría por muchos años, estos son los casos de Adriano Leite, Hidetoshi Nakata y Giuseppe Rossi.
Desde 2004 la situación del club, ya reconocido mundialmente, se complicó. En 2005 quedó al borde del descenso a la Serie B, que se acabó consumando en 2008. Pese a que una temporada después volvió a la élite ya nunca recuperó el estatus de grandeza conseguido el anterior siglo. Los últimos referentes que pasaron por el club fueron Antonio Cassano y Alessandro Lucarelli. El primero es referente en toda Italia menos en Parma, pues abandonó al equipo en 2015 con los primeros impagos. El segundo puede que no sea referente en ningún sitio, pero en Parma es el rey.
Para que un club se erija como foco de atención mundial e insignia de la historia futbolística de un país necesita protagonistas a la altura de su leyenda. El éxito del Parma no habría sido posible sin las cinco temporadas que pasó un prometedor Gianluigi Buffon en sus filas, ni sin el buen hacer defensivo de un tal Fabio Cannavaro. Os suenan, ¿Verdad? Pues no son los únicos. Lilian Thuram, “La Brujita” Verón, Hernán Crespo y sus 80 goles, Antonio Benarrivo y sus 258 partidos, Faustino Asprilla y su mítico gol que cortó la imbatibilidad del todopoderoso Milan… Todos ellos entrenados por otra leyenda, Carlo Ancelotti.
La lista no acaba aquí, pues quedan por nombrar futbolistas como Dino Baggio o Enrico Chiesa (padre de Federico) dentro de las leyendas del club. Otros futbolistas míticos que triunfaron en otros equipos, pero vistieron la maglia crociata fueron el “Pippo” Inzaghi, Stoichkov o Gianfranco Zola. Tras la época dorada parmesana, muchos futbolistas de renombre siguieron perteneciendo a sus filas, pero el club ya no los mantendría por muchos años, estos son los casos de Adriano Leite, Hidetoshi Nakata y Giuseppe Rossi.
Desde 2004 la situación del club, ya reconocido mundialmente, se complicó. En 2005 quedó al borde del descenso a la Serie B, que se acabó consumando en 2008. Pese a que una temporada después volvió a la élite ya nunca recuperó el estatus de grandeza conseguido el anterior siglo. Los últimos referentes que pasaron por el club fueron Antonio Cassano y Alessandro Lucarelli. El primero es referente en toda Italia menos en Parma, pues abandonó al equipo en 2015 con los primeros impagos. El segundo puede que no sea referente en ningún sitio, pero en Parma es el rey.
Ante la disolución del club y su refundación como Parma 1913, Lucarelli descendió a cuarta división con el club de sus amores a sus 36 años y esta temporada, cuatro años después, se retiró pasada la cuarentena de edad dejando al Parma en la máxima categoría del fútbol italiano tras tres ascensos consecutivos. Ahora, desde su palco como dirigente del club, ve semana tras semana a su querido Parma competir -y hasta ganar- contra los más grandes de Italia.
Sí, el Parma ha vuelto, y con él ha vuelto la ilusión al Calcio. En la plantilla no hay estrellas mundiales, pero cuenta con un grupo muy unido gracias a Roberto D’Aversa, el entrenador que lleva dirigiendo el plantel desde Serie C. Actualmente la plantilla marcha en mitad de tabla, más cerca de los puesto europeos que del descenso, y con actuaciones memorables, como el 3-3 en el estadio de la Juventus con un estelar Gervinho. En el mercado invernal se han reforzado con el ex milanista Juraj Kucka, un tanque que, acompañando a Stulac y Rigoni, deja cerrado un centro del campo de empaque ayudado por Gervinho y Roberto Inglese en el ataque.
Ante la disolución del club y su refundación como Parma 1913, Lucarelli descendió a cuarta división con el club de sus amores a sus 36 años y esta temporada, cuatro años después, se retiró pasada la cuarentena de edad dejando al Parma en la máxima categoría del fútbol italiano tras tres ascensos consecutivos. Ahora, desde su palco como dirigente del club, ve semana tras semana a su querido Parma competir -y hasta ganar- contra los más grandes de Italia.
Sí, el Parma ha vuelto, y con él ha vuelto la ilusión al Calcio. En la plantilla no hay estrellas mundiales, pero cuenta con un grupo muy unido gracias a Roberto D’Aversa, el entrenador que lleva dirigiendo el plantel desde Serie C. Actualmente la plantilla marcha en mitad de tabla, más cerca de los puesto europeos que del descenso, y con actuaciones memorables, como el 3-3 en el estadio de la Juventus con un estelar Gervinho. En el mercado invernal se han reforzado con el ex milanista Juraj Kucka, un tanque que, acompañando a Stulac y Rigoni, deja cerrado un centro del campo de empaque ayudado por Gervinho y Roberto Inglese en el ataque.
Sonreír por el fútbol es de las sensaciones más bonitas que hay, y a Gervinho se le había olvidado en China. El marfileño sonreía por dinero porque su cuenta bancaria subía y subía, pero a sus 30 años se encontraba en un país que no conocía y sin minutos en su club, por lo que, sabiendo que la felicidad es contagiosa, cogió las maletas y partió en dirección a Parma. El eléctrico extremo que dejó pinceladas en Roma -y que nos dio tanto a los jugadores de FIFA en 2015 junto a Doumbia e Ibarbo- volvía a Italia para reencontrarse, y de qué manera: nueve goles y dos asistencias en 20 partidos. Gervinho vuelve a sonreír por fútbol y hace sonreír a los demás.
Hay motivos y más motivos por los que cualquier aficionado al balompié debería tener al Parma siempre presente. Aquí solo hemos mostrado unos cuantos, pero la nobleza del club va más allá de unas cuantas palabras. Así que invito a cualquiera que lea esto a la siguiente reflexión: Si crees que te gusta el fútbol y bien no conocías nada de lo previamente escrito o no le guardas ni un poquito de cariño al Parma, yo te pregunto, ¿Realmente te gusta el fútbol?
Hay motivos y más motivos por los que cualquier aficionado al balompié debería tener al Parma siempre presente. Aquí solo hemos mostrado unos cuantos, pero la nobleza del club va más allá de unas cuantas palabras. Así que invito a cualquiera que lea esto a la siguiente reflexión: Si crees que te gusta el fútbol y bien no conocías nada de lo previamente escrito o no le guardas ni un poquito de cariño al Parma, yo te pregunto, ¿Realmente te gusta el fútbol?
Good morning, Crociati!
#JuventusParma #ChinoisiAmo #ForzaParma
@GervinhOfficialpic.twitter.com/yyI1aTH3o6
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