Roger Milla e Italia 90
Nunca es tarde para nada en esta vida. Y sino, pregúntenselo a Roger Milla... Ah, ¿que no sabéis quien es? No hay problema, para eso estamos.
Bien. Para empezar, situémonos. Mundial de Italia del año 1990. Cita mundial a la que Camerún, la selección de nuestro protagonista llegaba como la cenicienta y se acabaría marchando como un combinado nacional, en cierta medida, temido. ¿Y eso? Pues hay un nombre propio que lo explica a las mil maravillas, y ese es ni más ni menos que, Roger, Roger Milla.
Volviendo al contexto histórico, los 90 fueron los años de las botas negras, de los pantalones cortos cortísimos y de las camisetas sin nombre, entre otras muchas cosas. No es de extrañar que de esta época hubieran quedado personajes de lo más ilustres. A ver, que yo ni había nacido eh, pero macho, con tal solo mirarte un par de fotos eso ya se intuye. En fín, el caso es que, el caso de Milla es curioso, muy pero que muy curioso. Por algo sale en Kapitain.
Antes de nada, hablemos del bueno de Roger. El león bailón, así lo denominaría. 9 a la espalda y a la mente –era un goleador nato-. Milla era conocido por todos gracias a sus célebres celebraciones. Era marcar, dirigirse al banderín y dedicarle unos bailoteos al allí presente. Como quien dice, nadie se conoce mejor que uno mismo por lo que nadie mejor para mostrar quien era Roger Milla que él mismo: "para ser sincero, me parecía muy natural ser tan poco común" Roger Milla dixit. Lo dicho.
Bien. Para empezar, situémonos. Mundial de Italia del año 1990. Cita mundial a la que Camerún, la selección de nuestro protagonista llegaba como la cenicienta y se acabaría marchando como un combinado nacional, en cierta medida, temido. ¿Y eso? Pues hay un nombre propio que lo explica a las mil maravillas, y ese es ni más ni menos que, Roger, Roger Milla.
Volviendo al contexto histórico, los 90 fueron los años de las botas negras, de los pantalones cortos cortísimos y de las camisetas sin nombre, entre otras muchas cosas. No es de extrañar que de esta época hubieran quedado personajes de lo más ilustres. A ver, que yo ni había nacido eh, pero macho, con tal solo mirarte un par de fotos eso ya se intuye. En fín, el caso es que, el caso de Milla es curioso, muy pero que muy curioso. Por algo sale en Kapitain.
Antes de nada, hablemos del bueno de Roger. El león bailón, así lo denominaría. 9 a la espalda y a la mente –era un goleador nato-. Milla era conocido por todos gracias a sus célebres celebraciones. Era marcar, dirigirse al banderín y dedicarle unos bailoteos al allí presente. Como quien dice, nadie se conoce mejor que uno mismo por lo que nadie mejor para mostrar quien era Roger Milla que él mismo: "para ser sincero, me parecía muy natural ser tan poco común" Roger Milla dixit. Lo dicho.
Roger era un tipo como él mismo dice "poco común" y es que, como tal, sus declaraciones también eran peculiares. "Yo digo que, en fútbol, la magia no tiene ninguna relevancia. La prueba es Camerún. No es el mejor país en temas de magia y brujería, pero futbolísticamente es mejor que los países que sí destacan en eso como Benín, Togo o Nigeria" declaró en una entrevista a France Football allá por el año 1981.
Cierto es que, la magia no tendrá relevancia alguna en esto del fútbol, pero los arietes de hambre insaciable sí, y ese fue Roger Milla para Camerún en Italia 90. Referencia ofensiva y revelación de aquella, Roger rompió todos los records habidos y por haber. Todo ello tiene su origen en una llamada. Una llamada de Paul Biya –presidente del país- a nuestro protagonista. Biya y Milla tenían cierta relación de amistad y la política influye en todos los campos, también en el Stade Ahmadou Ahidjo... Bromas aparte, todos somos sabedores de que el poder, toma decisiones en su ámbito y también en muchos otros como en el fútbol. Como iba diciendo, Paul provocó la convocatoria de Roger y éste, con 38 tacos sobre sus botas, la rompió y de milagro, no se rompió.
4 tantos y una clasificación heroica a cuartos avalan el pedazo de torneo realizado por Milla y los suyos. "Los leones indomables" pasaron a llamarse tras la mencionada cita con la historia. Un lema muy presente en la cabeza de todo el país fue el siguiente: "lo imposible no es camerunés" muestra de la voluntad y valentía de aquellos héroes y de su dios, Roger Milla. Éste, tras llevar a cabo dicha hazaña dijo: "La imagen que del Mundial que mejor sabor de boca me ha dejado ha sido la del presidente camerunés Paul Biya estrechando la mano con otros jefes del Estado tras la victoria de Camerún sobre Argentina". A Milla le fascinaba como gracias al fútbol un país pequeño puede convertirse en algo tan grande (siempre con la política de por medio). Y es que, lo de Camerún fue un auténtico golpe encima de la mesa, un "¡aquí estamos!" a nivel mundial y con Roger Milla, recuerden, como absoluto referente.
Cierto es que, la magia no tendrá relevancia alguna en esto del fútbol, pero los arietes de hambre insaciable sí, y ese fue Roger Milla para Camerún en Italia 90. Referencia ofensiva y revelación de aquella, Roger rompió todos los records habidos y por haber. Todo ello tiene su origen en una llamada. Una llamada de Paul Biya –presidente del país- a nuestro protagonista. Biya y Milla tenían cierta relación de amistad y la política influye en todos los campos, también en el Stade Ahmadou Ahidjo... Bromas aparte, todos somos sabedores de que el poder, toma decisiones en su ámbito y también en muchos otros como en el fútbol. Como iba diciendo, Paul provocó la convocatoria de Roger y éste, con 38 tacos sobre sus botas, la rompió y de milagro, no se rompió.
4 tantos y una clasificación heroica a cuartos avalan el pedazo de torneo realizado por Milla y los suyos. "Los leones indomables" pasaron a llamarse tras la mencionada cita con la historia. Un lema muy presente en la cabeza de todo el país fue el siguiente: "lo imposible no es camerunés" muestra de la voluntad y valentía de aquellos héroes y de su dios, Roger Milla. Éste, tras llevar a cabo dicha hazaña dijo: "La imagen que del Mundial que mejor sabor de boca me ha dejado ha sido la del presidente camerunés Paul Biya estrechando la mano con otros jefes del Estado tras la victoria de Camerún sobre Argentina". A Milla le fascinaba como gracias al fútbol un país pequeño puede convertirse en algo tan grande (siempre con la política de por medio). Y es que, lo de Camerún fue un auténtico golpe encima de la mesa, un "¡aquí estamos!" a nivel mundial y con Roger Milla, recuerden, como absoluto referente.